La pérdida de biodiversidad, desde las bacterias positivas a los mamíferos más carismáticos, amenaza a la salud humana, según un estudio dirigido por el Colegio Bard, en Annandale (Estados Unidos) que se publica en la revista Nature y recoge Europa Press.
La pérdida de especies en ecosistemas como bosques y campos da lugar a un aumento de los organismos que causan enfermedad, conlcuye el trabajo.
Los animales, plantas y microbios que más cerca están de la desaparición suelen ser aquellos que más amortiguan la transmisión de infecciones. Y las especies que se mantienen son, en cambio, las que tienden a magnificar afecciones como el virus del Nilo Occidental o el hantavirus, por ejemplo.
Mientras las zarigüeyas frenan con fuerza la borreliosis, los ratones de patas blancas aumentan el número de garrapatas que actúan como transmisoras de la enfermedad. Pero la zarigüeya desaparece cuando los bosques se fragmentan, y los roedores se adaptan con facilidad a los cambios, asegura Richard Ostfeld, coautor del texto.
Noticia publicada en ABC (España)