Si lo mismo sucediese en las personas, los resultados podrían llevar al desarrollo de nuevos tratamientos para enfermedades que causan deterioro de los músculos, como la distrofia muscular. Incluso, se podría ayudar a las personas a resistir la erosión gradual de la fuerza muscular que se produce por el envejecimiento, señalaron Bradley Olwin y colegas de la University of Colorado en la revista Science Translational Medicine.
"Este fue un resultado muy emocionante e inesperado", indicó Olwin en un comunicado. "Hallamos que las células madre trasplantadas se alteran de manera permanente y reducen el envejecimiento del músculo trasplantado, manteniendo su fuerza y masa", añadió.
El equipo de Olwin experimentó con ratones jóvenes con lesiones en las patas, a los que inyectó células madre musculares tomadas de roedores jóvenes que actuaron como donantes. Las células madre son únicas en tanto pueden renovarse a sí mismas constantemente y son la base de otras células especializadas.
En el estudio, las células no sólo repararon la lesión, sino que hicieron que el músculo tratado aumentara de tamaño en un 170 por ciento. Olwin y sus colegas creían que los cambios serían temporales, pero permanecieron durante todo el lapso de vida de los ratones tratados, que fue de alrededor de dos años. "Cuando se examinaron los músculos dos años después, hallamos que el procedimiento cambió de forma permanente las células trasplantadas, volviéndolas resistentes al proceso de envejecimiento en el músculo", indicó el autor.
Los científicos dijeron que cuando inyectaron las células en patas saludables, no obtuvieron el mismo resultado, lo que sugiere que hay un efecto importante que hace que al inyectarlas en músculos dañados se dispare el crecimiento. "El ambiente en el que se inyectan las células madre es muy importante porque cuando se les dice que hay una lesión, responden de una manera única", añadió Olwin.
El equipo espera finalmente hallar fármacos o combinaciones que imiten la conducta de las células trasplantadas. Los resultados son alentadores para la investigación en humanos, aunque Olwin advirtió que colocar células madre de un ratón joven en otro ratón joven no es lo mismo que rejuvenecer músculos envejecidos. Además aclaró que el estudio fue en roedores y no en personas.
No obstante, el equipo está comenzando experimentos para ver si trasplantar células madre musculares de personas o animales grandes a ratones generaría los mismos efectos. Si eso funciona, implicaría que el trasplante de células madre de músculos humanos podría ser una alternativa viable.
El estudio fue financiado en parte por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y la Asociación de la Distrofia Muscular.
Noticia publicada en Público (España)