El funcionario calificó ese hallazgo como uno de los más importantes para el monitoreo y la preservación de esa ave endémica del sur de México y de Guatemala, de la que se calcula sólo existen mil ejemplares por lo que está catalogada en grave riesgo de extinción.
El descubrimiento en el volcán Tacaná, considerado el último rincón de la Sierra Madre así como área binacional, porque se comparte con el país vecino, lo darán a conocer el jueves en una reunión que se celebrará en Tapachula, Chiapas, en el marco del Día de la Tierra y del Año Internacional de la Biodiversidad.
López Portillo Vargas resaltó que el "hallazgo es muy importante, porque la especie es indicadora de un bosque en buen estado de conservación y tiene hábitos alimenticios muy específicos, por lo que es muy difícil su reproducción e identificación en vida silvestre".
En entrevista telefónica, el funcionario de la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas (Conanp) destacó la importancia de que tanto México como Guatemala den una atención regional a esta ave en grave peligro de extinción, pues esos países comparten la Reserva de la Biosfera del Tacaná.
Recordó que el Consejo Nacional de Areas Protegidas de Guatemala y la Conanp han establecido una agenda binacional para la atención del pavón, que ahora se reforzará con la homologación de criterios para contar con una misma metodología en el monitoreo y registro del ave.
También se prevé impulsar una campaña de educación en torno al pavón y al volcán Tacaná, "para que la gente conozca el hallazgo y que se dé el mensaje de que hay una integración regional entre México y Guatemala para un manejo del sitio, lo que implica una enorme oportunidad de conservación del hábitat y manejo de la especie".
Alejandro López Portillo subrayó que con el apoyo de los pobladores locales se aplicará el programa de monitoreo comunitario en tres localidades: Agua Caliente y Benito Juárez el Plan, en el municipio de Cacahoatán, así como Chiquihuite, en Unión Juárez. Aunque se sabía de la existencia del pavón en dicho volcán, no se había observado, detalló el funcionario.
Ahora, una vez identificado el lugar donde habita y se reproduce, es posible iniciar el monitoreo para conocer más sobre esa ave, caracterizada por su gran tamaño y su inconfundible cuerno rojo que cada año sólo pone dos huevos.
Es considerada una especie de hábitos silenciosos, sus plumas le permiten tener un camuflaje en la espesa neblina del bosque y puede estar horas sin darse a notar.
El trabajo de monitoreo biológico del pavón es financiado con recursos de la Conanp y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, además de que cuenta con la asesoría del Instituto de Ecología de la Universidad de Xalapa.
Noticia publicada en El Diario (México)