El descubrimiento, que se ofrece en la revista Nature, demuestra que no hay un único gen que define la estatura sino que es el resultado de una combinación genética, la cual se debe seguir investigando. Las variaciones genéticas descubiertas apenas podrían explicar el 10% de la altura final de alguien.
El estudio fue llamado "GIANT" (gigante en inglés) porque en él participan más de 300 investigadores de todo el mundo y busca las pistas genéticas de la estatura. En la altura de una persona influyen factores ambientales como la alimentación y un número importante de genes, como demuestra la nueva investigación.
Según publica la página Abc.es, muchas de las variantes genéticas descritas están localizadas cerca de genes conocidos y relacionados con síndromes y problemas de crecimiento, así como con rutas biológicas relacionadas con diversos desórdenes que afectan a la densidad ósea (osteoporosis), la artritis reumatoide, la diabetes tipo 2, la obesidad y la psoriasis.
Tras el hallazgo de las variaciones genéticas, el siguiente paso de la investigación será buscar las alteraciones genéticas más raras que pueden estar involucradas.
Noticia publicada en El Universal (México)