El estudio fue efectuado por Héctor Guzmán, biólogo marino del STRI, con sede en Panamá, y científicos de las universidades de Exeter, Heriot-Watt y Bristol. Los resultados revelan una asociación clara entre el nivel del ruido generado por un arrecife y la cantidad de coral vivo, y abren una puerta al conocimiento biológico.
Los investigadores recopilaron información y efectuaron diversas grabaciones con el uso de hidrófonos unidireccionales en 40 de los 56 arrecifes que hay alrededor del archipiélago, de 772 islas, que son la puerta de entrada a la observación de ballenas jorobadas, delfines y tortugas, y a zonas de pesca. Estudios más detallados mostraron que el sonido de baja frecuencia indica el número de peces que viven en el arrecife, mientras que la alta frecuencia indica mayor diversidad coralina.
"Esto tiene implicaciones excitantes, no sólo para los científicos que están monitoreando la salud de los corales, sino porque este ruido puede ser clave para los peces e invertebrados que buscan un lugar donde establecerse", manifestó con entusiasmo la investigadora Emma Kennedy.
Los autores del minucioso trabajo reconocieron que el análisis de sonidos ofrece una forma poco costosa y no invasiva en el monitoreo de cambios ecológicos en los arrecifes, así como la posibilidad de realizar censos remotos para la predicción de la abundancia de peces y la diversidad coralina.
En noviembre de 2009, un estudio financiado por The Nature Conservancy confirmó que en el Pacífico Occidental de Panamá (POP) hay 75 especies de coral, incluidas 23 especies de corales duros (escleractínidos) y otras 52 de corales suaves (octocorales).
La distribución de especies de corales en el Pacífico de Panamá supera a las que se encuentran en aguas tropicales desde México hasta Ecuador. En la vertiente del Caribe panameño hay unas 130 especies de corales, pero las del Pacífico están en mejores condiciones, según el informe.
Noticia publicada en El Comercio (ecuador)