"En esta variante genética, las mujeres que mostraban una combinación (o genotipo) TT tenían el doble de riesgo de padecer fracturas osteoporóticas que las mujeres con las demás combinaciones posibles (CT y CC)", dicen Susana Balcells y Daniel Grinberg, autores principales del estudio e investigadores de la UB.
El nuevo estudio, publicado en la revista Calcified Tissue International, revela que la fractura osteoporótica vertebral se añade a la lista de enfermedades (entre ellas, el alzhéimer y la enfermedad cardiovascular) relacionadas con la variante genética descubierta.
El problema es que la variante confirmada es una de las 100 variantes que determinan un riesgo elevado de osteoporosis. Su análisis individual tiene un valor predictivo limitado y es necesario realizar más experimentos. "Por eso llamamos a la prudencia de los laboratorios de diagnóstico", concluyen los autores.
Precaución
La osteoporosis es el tipo más común de enfermedad ósea. El organismo no es capaz de formar suficiente hueso nuevo y el hueso antiguo es reabsorbido por el cuerpo. Una de cada tres mujeres y uno de cada 12 hombres de más de 50 años tienen osteoporosis, una enfermedad que causa al año millones de fracturas óseas. Las mujeres postmenopáusicas, que tienen una disminución del número de estrógenos y otras carencias hormonales, son las más afectadas.
A partir de los 35 años, comienza la pérdida de hueso. La deficiencia de calcio y vitamina D, el consumo de tabaco, alcohol y cafeína, y la vida sedentaria aumentan el riesgo de osteoporosis. Según los expertos, el deporte y los aportes extra de calcio antes de la menopausia favorecen el mantenimiento óseo. En ciertos casos, se pueden administrar parches hormonales, siempre bajo estricto control ginecológico.
Noticia publicada en Prensa Libre (Guatemala)