Según bióloga molecular Kristin Bilyeu con el ARS en Columbia, Misurí, aumentar los niveles del ácido oleico, el cual es una grasa monoinsaturada, puede evitar la necesidad de utilizar el proceso de la hidrogenación. Además de convertir los líquidos en sólidos, la hidrogenación ayuda a prolongar la vida de estante del producto y mejorar su calidad. Pero este proceso también produce las grasas trans, las cuales alteran los niveles de colesterol en el cuerpo humano, produciendo cantidades elevadas del colesterol malo LDL comparadas con las del colesterol bueno HDL.
En el 2008, el aceite de soja compone el 17 por ciento de todas las grasas comestibles consumidas en EE.UU. Esto destaca la importancia de reducir las grasas trans en cocinar, cocer y freír. Aumentar los niveles del ácido oleico en el aceite también podría ofrecer beneficios industriales, tales como mejorar el funcionamiento durante temperaturas frías de los motores que usan el biocombustible a base del aceite de soja, según Bilyeu, quien trabaja en la Unidad de Investigación de la Genética de Plantas en Columbia. ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés), y esta investigación apoya la prioridad del USDA de desarrollar nuevas fuentes de bioenergía.
En un nuevo número de la revista "BMC Plant Biology" (BMC Biología de Plantas), Bilyeu y sus colegas Anh Pham Tung, Jeong Dong Lee y J. Grover Shannon informan sobre su identificación y utilización de un par de alelos mutantes para aumentar la producción del ácido oleico en la soja. Los alelos son formas posibles de un gen.
Típicamente, el aceite de soja contiene el 13 por ciento del ácido palmítico, el 4 por ciento del ácido esteárico, el 20 por ciento del ácido oleico, el 55 por ciento del ácido linoleico, y el 8 por ciento del ácido linolénico. Pero las dos nuevas líneas de soja contienen más del 80 por ciento del ácido oleico, según Bilyeu, quien colaboró con científicos de la Universidad de Misurí y la Universidad de Kyungpook en la República de Corea.
Otros grupos de investigadores han tenido éxito en utilizar los métodos transgénicos tales como el silenciamiento de genes para aumentar los niveles del ácido oleico en la soja. Pero el grupo de Bilyeu usó la crianza clásica de plantas y los dos alelos mutantes del gen FAD2.
Normalmente, este gen–el cual tiene un papel importante en orquestar eventos bioquímicos en las semillas de soja–promueve la producción del ácido linoleico y otros ácidos insaturados. Pero combinar los dos mutantes naturales (FAD2-1A and FAD2-1B) invirtió la situación y causó la producción de cantidades elevadas del ácido oleico.
Resultados de pruebas de campo en Misurí y en Costa Rica indican que la producción del ácido oleico por las nuevas líneas queda constante en condiciones diversas de crecimiento. Los investigadores realizarán más pruebas en el futuro.
Noticia publicada en USDA (EEUU)