Contributa Iulia, en el término municipal de Medina de las Torres pudo tener en época romana categoría de capitalidad comarcal. Tanto por su situación estratégica, en un importante cruce de caminos, -emplazada en la confluencia de las calzadas que conducen a Onuba (Huelva), Corduba, Hispalis (Sevilla) y Emérita-, como por la singularidad y la magnitud de sus importantes edificaciones, la ciudad podría considerarse como la Zafra romana de aquella época.
Según explica Jesús Alonso, natural de Monesterio, arqueólogo director de la excavación que durante estos meses lleva a cabo el Taller de Empleo Mancomunidad Río Bodión, entre los hallazgos más destacados «han aparecido restos de la puerta de entrada en la muralla, flanqueada por dos torres, y junto a ella, un macellun o mercado». Además, se ha descubierto un área pública, con el foro, tabernas y otras estructuras públicas «que hacen referencia a un municipio romano, que en principio parecía de menor rango, pero que a la luz de los hallazgos, elevan su categoría a capitalidad comarcal».
Contributa Iulia Vgultunia, articulada en torno a dos vías principales, -cardo y decumanus-, descubiertas en las excavaciones que se han venido desarrollando en la zona durante los últimos años, promovidas por el ayuntamiento de Medina de las Torres, guarda importantes vestigios de lo que fue un significativo núcleo urbano, que en unos pocos meses podrían ponerse en valor mediante las acciones que supondrán hacer visitable este importante yacimiento extremeño.
La basílica
Pero, si algo ha llamado especialmente la atención durante las últimas excavaciones realizadas este verano por los alumnos-trabajadores de este taller de empleo, ha sido la aparición de una gran basílica romana, de lo que lo más sorprendente, según Alonso , «son sus enormes dimensiones, con medidas de 32 por 18 metros, y unos 584 metros cuadrados, aproximadamente». La edificación se encuentra al lado oeste del foro. Se trata de una gran sala rectangular, compuesta por cinco naves, de las que la central presenta mayores dimensiones que el resto. La basílica se estructura en dos plantas, una semisubterránea, «a modo de criptopórtico», y otra, que albergaría un primer piso, con acceso directo al foro o plaza pública. Además, su cabecera rematada en ábside, da paso al "decumanus maximus", o calle principal. En cuanto a su antigüedad, según apunta el arqueólogo director de la excavación, «los materiales encontrados y la estructura de la propia basílica podrían fecharse a partir del siglo I d. c.».
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