"Uno es lógico, lento, deliberado, esforzado y cauteloso", escribe Herbert en "On Second Thought: Outsmarting Your Mind"s Hard-Wired Habits". "El otro - mucho más antiguo y primitivo - es rápido e impresionable, a veces irracional".
El título se podría traducir como "Pensándolo bien: Cómo burlar los hábitos profundamente arraigados en tu mente". El experto llama a ese impulso la mente heurística. Se caracteriza por hábitos predeterminados. Cada hábito está considerado como un heurístico separado.
Alguno parece heredado de las necesidades de los humanos primitivos que se esforzaban por sobrevivir en el este de Africa. Estos impulsos no son aplicables en el siglo XXI y a veces pueden causar problemas a menos que un pensamiento más racional los domine.
Herbert explica en su libro que hace miles o millones de años los hijos de nuestros antepasados asociaban a sus madres con calor, comida y esparcimiento. Esa apreciación se ha extendido durante los milenios a muchos aspectos de la vida humana, incluyendo el lenguaje.
"On Second Thought" muestra un ejemplo de mente heurística: una mujer tiene un nuevo novio que está considerado como el soltero más codiciado del pueblo. Es afectuoso, divertido y paga las comidas. Pero, ¿ha pensado la mujer en las virtudes de este hombre como futuro padre y compañero para el resto de su vida?
El apresurarse a nuevas relaciones podría haber sido útil a tribus primitivas que necesitaban sobrevivir aumentando su población. Pero hoy en día, puede resultar desastroso emocionalmente, y se puede evitar a veces pensando bien en la compatibilidad a largo plazo.
"On Second Thought" tiene 20 capítulos, cada uno dedicado a un heurístico. Algunos se basan aparentemente en problemas del hombre primitivo: mantenerse alejado de los tigres, por ejemplo. El ser perseguido por un tigre no preocupa a mucha gente hoy en día pero, aún así, igualamos seguridad con distancia.
"Para nosotros es mucho más preocupante un accidente de avión en nuestro barrio que uno a 3.000 millas de distancia", explica Herbert.
Algunos lectores pueden encontrar el libro difícil de leer debido a sus cuidadosos detalles de pruebas sicológicas. Pero el autor se ha esmerado en hacerlo más ameno con referencias actuales y detalles de sus decisiones personales que humanizan lo que podría acabar siendo una explicación muy técnica. El último capítulo sugiere cómo en ciertas situaciones la decisión más satisfactoria es precisamente no tomar ninguna decisión.
En fútbol, por ejemplo, puede ser difícil para un arquero parar un tiro de pénalti. Según estadísticas reunidas por Herbert, cuando se produce el disparo y el portero salta a la izquierda, la ataja en un 14,2% de ocasiones. Cuando salta a la derecha, logra frenarla en un 12,6% de veces.
Sin embargo, cuando el arquero simplemente se mantiene quieto, en mitad de la portería, la proporción de éxito aumenta a un 33,3%. Pero apenas un 6% de los arqueros lo hacen. Las crisis podrían haber impulsado al hombre primitivo a la acción, pero éste no sabía calcular porcentajes. Aparentemente la mayoría de arqueros de hoy en día prefieren optar por la acción, incluso si saben que tienen muchas probabilidades de fallar.
Noticia publicada en El Nuevo Herald (EEUU)