Investigadores de la Escuela de Medicina de Washington diseñaron un método para identificar el grado de madurez mental infantil empleando imágenes por resonancia magnética (IRM) y un programa de matemáticas.
Según los investigadores, con la herramienta se pueden detectar signos de una variedad de trastornos psicológicos y de desarrollo, como el autismo y la esquizofrenia. Y en un artículo publicado en la revista Science afirman que, en el futuro, el escáner podría ser utilizado para llevar un registro del desarrollo mental igual que hoy en día se hace un seguimiento del peso y la talla de los niños.
El diagrama muestra las conexiones funcionales entre las regiones cerebrales. "Los pediatras regularmente trazan un índice de sus pacientes en términos de altura, peso y otras medidas, y después las comparan con las curvas estandarizadas que representan el desarrollo típico normal" explicó el profesor Bradley Schlaggar, un neurólogo pediátrico que participó en el estudio.
"Cuando las medidas del paciente se desvían de forma drástica de estos valores estandarizados o cambian de dirección súbitamente de un valor hacia otro, el médico sabe que hay necesidad de empezar a investigar por qué ocurre esto", dijo.
Estudiando las conexiones
El año pasado, el equipo de Washington publicó un estudio sobre cómo se desarrolla con la edad la función cerebral. Para ello utilizaron IRM para trazar las fallas en los flujos de sangre y neuronas dentro del cerebro. El estudio sugirió que, en los niños pequeños, las conexiones dentro del cerebro parecían estar principalmente localizadas en regiones particulares. Y, a medida que crecían, perdían estas conexiones de corto alcance y desarrollaban conexiones de largo alcance.
Los científicos creen que estas señales son menos frecuentes pero más precisas en el cerebro adulto. Ahora el equipo de científicos trazó un mapa de este desarrollo neurológico en 238 individuos de entre 7 y 30 años de edad.
Los cerebros de los participantes fueron sometidos a escáneres utilizando una máquina de IRM y después los datos resultantes fueron introducidos en un complejo programa computacional algorítmico para producir un "puntaje" único que representaba la madurez cerebral.
"Con un escáner de cinco minutos pudimos obtener 13.000 mediciones de conexiones funcionales cerebrales" explica el doctor Nico Dosenbach, quien dirigió el estudio. "Posteriormente tomamos todo el patrón de un determinado individuo y lo redujimos esencialmente a una sola medida la cual podía decirnos qué tanto había madurado funcionalmente su cerebro", agrega.
Esta medida, explica el científico, fue después colocada en una curva de maduración con la cual los investigadores pudieron determinar la relación entre la edad y el desarrollo de las conexiones cerebrales de largo alcance del individuo. Los datos resultantes pueden ser un indicador de qué tan rápido o qué tan lento, comparado con la línea media, se está desarrollando el cerebro del niño.
Noticia completa en BBC News (Reino Unido)