El concepto es simple, al igual que los paneles solares convierten la luz en electricidad, estos dispositivos capturarían la carga eléctrica del aire que serviría para recargar las baterías de un coche eléctrico o abastecer un hogar.
Todos tenemos alguna idea de la cantidad de electricidad que se carga y descarga en la atmósfera, sin que lo sepamos. O de la cantidad de energía que se genera durante las tormentas y que no somos capaces de capturar ni aprovechar.
Según un informe presentado en el 240 Congreso de la Asociación de Químicos Americanos (ACS), habría una propuesta para captar la electricidad del aire que precede a esas sobrecogedoras formas luminosas que aparecen en las tormentas eléctricas.
Persiguiendo el sueño del inventor Nikola Tesla, un equipo de investigación de la Universidad de Campinas (Brasil), dirigido por el profesor Fernando Galembeck ha demostrado que las pequeñas gotas de agua en suspensión en la atmósfera (neutras por naturaleza) son capaces de cargarse eléctricamente cuando entran en contacto con partículas de polvo o con otros líquidos cargados.
Los investigadores han realizado experimentos de laboratorio en los que se simulaba el contacto del agua con partículas de polvo en el aire, utilizando pequeñas partículas de sílice y fosfato de aluminio, sustancias comunes en el aire.
Demostraron que el sílice se carga negativamente en presencia de la humedad, mientras que el fosfato de aluminio se carga positivamente. En otras palabras: el agua contenida en la atmósfera podría intercambiar cargas eléctricas con otras partículas suspendidas en el aire. Los investigadores llaman a este fenómeno "higroelectricidad" (para los profanos, electricidad de la humedad).
Galembeck asegura que este descubrimiento llevará a otros investigadores a capturar la electricidad del ambiente "higroeléctrico" y dirigirla a atender las necesidades humanas. Su equipo ya está investigando con distintos materiales, para ver cuales tienen mayor potencial para atrapar y conducir esa electricidad. Este proceso podría resultar idóneo para litorales y zonas tropicales.
¿Llegaremos a ver algo de esto? Puede que nosotros no, pero quizás no se tarde mucho. Para los científicos no es una idea nueva.
Noticia publicada en Ecoticias (España)