En el sector de La Bonita, en la provincia de Sucumbíos, en la frontera con Colombia, investigadores ecuatorianos descubrieron la existencia de una rana hembra que mide 18 milímetros mientras que el macho alcanza los 12. Los estudios biológicos de campo realizado a favor de la Naturaleza por las comunidades indígenas cofanes establecieron la presencia en esa región de un sapo que fue bautizado como Osornophryne cofanorum.
Según el diario Hoy de Quito, que publica declaraciones del el biólogo Mario Yánez, del Museo Ecuatoriano de Ciencias Naturales, la nueva especie fue hallada por expertos colombianos y ecuatorianos, en un valle glaciar cerca de la frontera con Colombia.
Dijo que a los científicos lo que más llamó la atención fue la gran cantidad de ranas de este tipo que fueron localizadas en La Bonita y explicó que el aspecto físico “es una de sus principales características”.
“La piel de este sapo está cosificado con los huesos de la cabeza y las vértebras, lo que le da un aspectos esquelético”, señaló Yánez al diario Hoy y agregó que “esta característica incluso permite ver los huesos de las manos del anfibio”.
Indicó además que posee unas pústulas o verrugas laterales de colores llamativos y el color de la piel varía de verde a azul grisáceo.
Yépez asimismo señaló que como suele suceder en este tipo de anuros, la hembra es significativamente más grande que el macho. “Esto es porque tienen que llevar grandes cantidades de huevos en su cuerpo”, explicó.
El experto mencionó que la especie de Osornophryne cofanorum “no está en peligro de extinción” por la enorme cantidad que fue hallada en el sector aunque reveló que “su hábitat por ahora parece estar reducido a La Bonita, lo que la hace vulnerable”.
Noticia publicada en Radio Santa Fe (Colombia)