Un estudio elaborado por investigadores del Observatorio Vesubiano y biólogos de la Universidad Federico II de Nápoles mostró que, contra lo que se creía, los habitantes de Pompeya y Herculano no murieron sofocados luego de una larga agonía a causa de las cenizas del volcán. Los pobladores de esas ciudades romanas, más bien, perdieron la vida en forma instantánea quemados por las altas temperaturas, de hasta 600 grados, provocadas por la erupción.
El estudio se basó en indagaciones sobre depósitos volcánicos, estructura de las cenizas y de ácido desoxirribonucleico (ADN) de las víctimas, además de simulaciones con computadora.
Los resultados revelaron por primera vez los efectos de la nube volcánica que el 24 de agosto del año 79 después de Cristo se abatió sobre Pompeya y otras localidades del área vesubiana.
"Contrariamente a lo que se creía hasta ahora, contado a los millones de turistas que visitan las ruinas de Pompeya, las víctimas no sufrieron una larga agonía por sofocamiento, sino que perdieron la vida al instante, por las altas temperaturas", afirmó el investigador Giuseppe Mastrolorenzo, quien participó en el estudio.
El experto dijo que los nuevos resultados sobre los efectos térmicos y mecánicos de la erupción del año 79 revelan que el riesgo por una futura erupción del Vesubio podría ser mucho más alto de lo hasta ahora estimado.
Explicó que los restos de las víctimas, que quedaron preservados tras ser sepultados por lava y cenizas, presentan el llamado "espasmo cadavérico", una postura asumida sólo cuando la muerte es instantánea.
La investigación, titulada "Efecto Térmico Letal en la Periferia de los Flujos Piroclásticos: Evidencias en Pompeya", fue publicada por la revista científica PlosOne.
En fecha reciente el responsable de Proteción Civil en Italia, Guido Bertolaso, reconoció que el Vesubio es uno de los volcanes más peligrosos del mundo, aunque es monitoreado las 24 horas del día para detectar la posibilidad de una nueva erupción.
Noticia publicada en Info 7 (México)