Los investigadores muestran en un estudio cómo en un nido de canarios, la madre y los polluelos participan en una compleja relación de dar y tomar a la hora de compartir los alimentos que explica cómo estas aves pueden producir una descendencia numerosa y saludable.
Los científicos, dirigidos por Camilla Hinde, intercambiaron los huevos de padres canarios, confundiendo así los indicios prenatales de la madre proporcionados a través de las hormonas maternales del huevo, y observaron la relación entre los pollos recién nacidos que pedían alimento y sus madres "adoptivas".
Los investigadores midieron las tasas de crecimiento de los polluelos de canario, un signo de su estado físico, y el número de huevos que las madres canario ponían al año siguiente, un indicador de su estado físico maternal.
Los investigadores descubrieron que las madres que criaban a pollos "adoptivos" que eran menos pedigüeños que los propios ponían más huevos el siguiente año mientras que las madres que cuidaban de los pollos adoptivos más demandantes que los suyos propios ponían menos huevos.
A la vez, los investigadores observaron cómo las madres canario eran capaces de ejercer un nivel elevado de control durante la alimentación. La combinación de teoría y experimento demuestra con claridad que una petición de un polluelo proporciona a su madre información valiosa sobre el estado de la descendencia.
Además, los indicios prenatales de la madre pueden informar a la descendencia aún no nacida sobre la calidad parental tras el nacimiento. Los autores sugieren que este conflicto padres-descendencia podría haberse resuelto para beneficiar a ambas partes.
Noticia publicada en Europa Press (España)