Científicos de la Universidad de Copenague han descubierto que la vitamina D es crucial para activar las defensas del organismo y que, sin suficiente ingesta de la misma, las células "asesinas" del sistema inmune (las células T) podrían no ser capaces de reaccionar contra las infecciones graves. Este hallazgo sale publicado en "Nature Immunology".
Para que las células T detecten y acaben con los patógenos externos como los grupos de bacterias o virus, las células deben ser primero "activadas" para que actúen y "transformadas" para pasar de ser células inmunes inactivas a ser "asesinas" preparadas para localizar y destruir todo rastro de patógenos externos.
Para que estas células del sistema inmune puedan proteger al organismo de los virus o las bacterias, deben ser primero expuestas a patógenos externos. Esto ocurre cuando son "presentadas" por otras células inmunes en el cuerpo (conocidas como macrófagos) a posibles "fragmentos de células" o "rastros" de patógenos.
Entonces, las células T se unen al fragmento y se dividen y multiplican en cientos de células idénticas enfocadas en el mismo tipo de patógeno. La secuencia de cambios químicos que experimentan las células T les permite poder activarse y defender al organismo.
Las células que enseñan y atacan
El profesor Carsten Geisler, del Departamento de Salud Internacional, Inmunología y Microbiología, explica que "cuando una célula T es expuesta a un patógeno externo, extiende una especie de "antena" que actúa como receptor de la vitamina D, con la que busca esta sustancia". "Esto significa que las células T necesitan la vitamina D. Si las células T no encuentran suficiente vitamina D, no podrán movilizarse", explicó.
Las células T que son activadas con éxito se transforman en uno de los dos tipos de células del sistema inmune que existen. Ambas son células "asesinas" que pueden atacar y destruir todas las células que lleven rastros de un patógeno externo o convertirse en células que ayudan al sistema inmune a adquirir "memoria".
Las células "ayudantes" envían mensajes al sistema inmune con información sobre los patógenos, para que el sistema inmune pueda reconocerlos y recordar su perfil en futuros encuentros. Las células T forman parte del sistema inmune adaptativo, lo que significa que funcionan enseñando al sistema inmune a reconocer y adaptarse a las amenazas en constante cambio.
Para estos investigadores, identificar el rol que juega la vitamina D en la activación de las células T ha sido el principal descubrimiento. "Los científicos sabían desde hacía tiempo que la vitamina D es importante para la absorción de calcio y que estaba también implicada en enfermedades como el cáncer y la esclerosis múltiple, pero lo que no conocíamos era la importancia crucial que tiene la vitamina D para activar el sistema inmune que ahora conocemos", señaló.
Noticia publicada en Europa Press (España)