Esta organización no gubernamental (ONG), que controla las poblaciones de ballenas, lobos marinos, delfines y nutrias en el norte del Perú desde hace diez años, remarcó que la presencia de la colonia se debe a los efectos del cambio climático.
ORCA señaló que la existencia de la única colonia de estos lobos marinos fuera de las ecuatorianas Galápagos fue confirmada el pasado 15 de enero en la Isla Foca, de la localidad piurana de Paita. La organización remarcó que "este descubrimiento establece un cambio significativo en la distribución" de esta especie "en el Perú y en el mundo".
"En principio esto significa que estamos viendo que los animales se están adaptando rápidamente al cambio climático", aseguró a Efe el doctor Carlos Yaipén, presidente y director de Ciencias de ORCA. El especialista explicó que "lo más significativo" desde el punto de vista científico es que se está produciendo un cambio en la distribución geográfica de estos animales, cuya colonia principal se encuentra en la Isla Isabela, a más de mil kilómetros de la nueva colonia peruana.
ORCA señaló que la temperatura del mar en los últimos diez años ha tenido una oscilación de seis grados centígrados con respecto a una media de 19 grados en cada inicio de verano. Esto significa un cambio de 17 a 23 grados en las aguas que rodean Isla Foca, mientras que en enero de este año la temperatura en las aguas alrededor de las Islas Galápagos es de 25 grados.
"Los mamíferos marinos, como el lobo marino, son bioindicadores de los cambios que se producen en el ambiente, nos dan la voz de alerta, son los centinelas de la salud del planeta", alertó la ONG.
El macho adulto del lobo marino fino mide 1,6 metros de largo, pesa unos 50 kilos, tiene aletas cortas, es de cuerpo robusto y de color marrón oscuro sobre el dorso, con el vientre marrón claro y el característico hocico triangular amarillo.
Los pescadores peruanos que han comenzado a avistarlo lo conocen como "lobito enano", ya que es el lobo marino más pequeño del mundo.
El hallazgo de machos adultos con sus parejas y sus crías, además de las características físicas y acústicas (tipos de llamados) de la especie, confirmó este descubrimiento.
Yaipén indicó que en 2006 fueron varados los primeros ejemplares vivos en la región de Tumbes, fronteriza con Ecuador, lo que hizo pensar a los especialistas en "la potencial presencia" de los lobos en el litoral peruano. "Lo que nunca imaginábamos era la existencia de una colonia establecida, que cuenta con machos en edad reproductiva, con crías nacidas ahí, juveniles y hembras adultas", aseguró.
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