No está mal ser bella; lo que está mal es la obligación de serlo", sostuvo alguna vez la escritora estadounidense Susan Sontag. Pero a ciertos científicos les importa poco esa postura y pretenden aclarar qué hace que algunas mujeres luzcan más jóvenes por fuera, a pesar del paso de los años: dicen que los labios firmes y gruesos sacan años.
Los 16 investigadores que hicieron esa afirmación forman parte de universidades e institutos europeos, como el Max Planck de Investigación Demográfica, de Alemania, y la Universidad del Sureste de Dinamarca, entre otros, y una empresa multinacional que vende productos cosméticos, con sede en Inglaterra. Ellos difundieron los resultados de su estudio en la revista especializada PLoS One. Se preguntaron cuáles son los factores que hacen que la edad aparente de una mujer pueda ser menor a la que marca su edad biológica.
Estudiaron la apariencia facial de más de un centenar de gemelas de Dinamarca, que eran mayores de 59 años, y la de 162 mujeres de Inglaterra (de 45 a 75 años) a través de fotografías. Analizaron diferentes factores y concluyeron que "estos hallazgos indican que las mujeres que lucen más jóvenes para su edad tienen labios más grandes, evitan la exposición al sol y poseen factores genéticos que las protegen contra el desarrollo de las canas y las arrugas de la piel". Y sostuvieron que "la edad percibida es un mejor biomarcador del envejecimiento de la piel, el pelo y el rostro que la edad cronológica".
Consultado por Clarín, el reconocido cirujano plástico Jorge Patané, contó que "los labios se van afinando a partir de los 40 años y pueden aparecer arrugas verticales. Pero creo que la mujer no sólo parece más envejecida por sus labios. Hay que evaluar el rostro en su totalidad. Porque a veces hay mujeres que se ponen rellenos en los labios para rejuvenecerse, pero no tienen en cuenta que el cuello o los pómulos están caídos".
Desde el campo de la psicología, la cuestión de los labios gruesos se ve muy diferente. "El resultado del estudio apoyado por una multinacional puede estar sesgado. Además, habría que preguntarse si los labios gruesos no son parte del imaginario masculino. Antes de ponernos rellenos, las mujeres podemos plantearnos si queremos ser bellas y deseables sólo con los parámetros que tienen los hombres. Podemos, en cambio, tener en cuenta nuestra experiencia", afirmó Mabel Burín, directora del programa de estudios de Género y Subjetividad en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES). En tanto, Raquel Rascovsky de Salvarezza. de la Asociación Psicoanalítica Argentina, resaltó: "Todos vamos a envejecer. Por lo tanto, hay que asumir la edad. Y la hermosura no pasa por el afuera, por agregarse relleno. Es más valioso que predomine la alegría, la generosidad, y el compromiso con el otro. Hoy, hay mujeres que se han estirado tanto que tienen cara de asombro permanente".
Noticia publicada en Clarín (Argentina)