Investigadores españoles y franceses han determinado la edad, la distribución, el volumen y la geoquímica de los volcanes de la isla de Gran Canaria durante el Holoceno, desde hace 11.000 años, para establecer un mapa de peligrosidad volcánica de la isla. El estudio demuestra que el área de mayor actividad volcánica es una de las zonas más pobladas del noreste de la isla, que en el periodo analizado ha sufrido 24 erupciones.
La isla de Gran Canaria es la tercera en extensión (casi 1.600 km²), la tercera en altitud (1.949 metros Pozo de las Nieves) y la segunda en población (829.597 habitantes, INE, a 1 enero de 2008) del archipiélago canario. Gran Canaria se encuentra a 28º latitud Norte y 15º 35" longitud Oeste. Tiene una forma circular con un macizo montañoso en el centro.
El equipo de científicos franco-español, liderado por investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y el Instituto de Ciencias de la Tierra “Jaume Almera” (CSIC, Barcelona) ha combinado los datos de estudios anteriores con los resultados del análisis de 13 nuevas edades de radiocarbono para conocer la historia de la isla y predecir las zonas de futuras erupciones volcánicas.
El resultado, que se ha publicado recientemente en Journal of Quaternary Science, es un mapa de peligrosidad volcánica en Gran Canaria que describe escenarios de riesgo. “Hemos identificado 24 erupciones volcánicas que ocurrieron durante los últimos 11.000 años en Gran Canaria.
Sabemos que el volcanismo se concentró en el sector septentrional de la isla y produjo pequeños conos estrombolianos monogenéticos (erupciones poco violentas que emiten lavas y piroclastos) y, de forma ocasional, calderas freatomagmáticas (expulsión de cenizas), explica Alejandro Rodríguez-González, autor principal del estudio e investigador de la ULPGC.
Los datos que ofrecen ahora los científicos permiten mejorar la evaluación de la magnitud y estilo de futuras erupciones en esta área. Al establecer las superficies del antes y después de la erupción con Modelos Digitales del Terreno (MDT), los investigadores han desarrollado una metodología morfométrica novedosa muy detallada para este tipo de entornos volcánicos.
El estudio partió de reconstrucciones paleotopográficas de las zonas cubiertas por un volcanismo reciente. “Por eso nuestra metodología ilustra los cambios geomorfológicos en función de la tipología volcánica y de los periodos de erosión implicados”, subraya Rodríguez-González.
El norte de la isla tiene más riesgo de erupción. Los vulcanólogos prevén que la próxima erupción volcánica en la isla será “de tipo estromboliana monogenética”, con un cono de entre 30 y 250 metros de altitud y un flujo de lava de entre 100 y 10.000 metros de largo.
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