Según publica el MIT en un comunicado, este hallazgo permitirá desarrollar nuevos tratamientos para trastornos como la epilepsia o el dolor crónico.
Hasta ahora, se había investigado la posibilidad de aplicar a enfermos de epilepsia corrientes eléctricas para detener la actividad descontrolada de las neuronas durante los ataques. Esta nueva investigación abre la posibilidad de detener dichos ataques con luz, en lugar de con electricidad.
Los neuroingenieros, dirigidos por el profesor del MIT Media Lab, Edward Boyden, descubrieron una clase de proteínas que, insertadas en las neuronas, permiten que éstas sean desactivadas con rayos de luz verde amarillenta. Esta detención neuronal puede ser revertida de forma instantánea y sencilla, aseguran los científicos.
Además de permitir la creación de nuevos tratamientos, este hallazgo podría servir para la investigación del papel de los diferentes tipos de neuronas en los circuitos cerebrales normales, y de las razones por las que éstos pueden llegar a funcionar de manera errónea.
Según explica Boyden en el comunicado del MIT, la técnica desarrollada supondrá una importante base para la creación de herramientas moleculares de control de la actividad cerebral, con fines terapéuticos y científicos.
En 2007, Boyden y sus colaboradores demostraron por vez primera que la luz podía reducir la actividad cerebral. Sin embargo, entonces el logro fue realizado con células, no con animales vivos, y los efectos no resultaron tan precisos.
En este nuevo estudio, cuyos resultados han aparecido publicados en Nature, los investigadores usaron una proteína diferente, que inhibe más fuertemente a las neuronas, silencia mayor cantidad de tejido cerebral, y que puede ser activada repetidamente, porque vuelve a su estado original en unos milisegundos. Gracias a esta proteína, que ha sido bautiza
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