Nunca el hombre había levanta del suelo al cielo una estructura tan alta como la que hoy se inaugura en el pequeño emirato de Dubai. El responsable de este sueño, el jeque Al Kaktum, cortará la cinta del Burj Dubai (burj es torre en árabe), cuya altura exacta ha sido caprichosamente mantenida en secreto, pero que alcanza los 818 metros, casi 200 metros más que el anterior récord, la Torre Varsovia (646 metros), con el mérito de que la estructura en Dubai estará habitada y funcionará como una pequeña ciudad de lujo, mientras que la levantada cerca de la capital polaca era una antena de radio y además se le cayó al equipo de mantenimiento que revisaban los cables de sujeción.
Se trata también del mayor rascacielos jamás levantado, visible a 95 kilómetros a la redonda, y deja muy abajo al que hasta ahora mantenía este título, el Taipei 101 (508 metros) y, como su número indica, 101 plantas. Para poder competir en altura con el edificio dubaití, el rascacielos de la capital taiwanesa debería estar coronado por una antena tan alta como la Torre Eiffel.
La Burj Dubai es el edificio con más plantas del mundo (162 plantas) y pesa siete millones de toneladas. Para aguantar semejante peso los últimos 200 metros no son de concreto y acero sino sólo de acero liviano y la profundidad de los cimientos es la mayor excavada para un edificio: 50 metros bajo tierras de enormes varillas de acero de metro y medio de diámetro.
Dispondrá de más de un millar de departamentos, los más baratos (80 m2) a tres millones de dólares, así como un lujoso hotel de 35 plantas. Todos, residencias y cuartos de hotel decorados por Armani. A pesar de la crisis financiera todavía no acabada y del susto por las finanzas del emirato, todo está vendido.
Noticia publicada en Crónica (México)
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Imagen: Agencias / Internet
