En dos años, de no llevar a cabo acciones concretas para su conservación, la vaquita marina, única especie endémica de mamífero marino en México, podría extinguirse, afirmaron profesores investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur. Ante el riesgo de extinción, científicos de la institución en coordinación con la Fundación Vaquita y Organización de Investigación Cetos llevan a cabo diversos estudios que contribuyan a su conocimiento y preservación.
El Cuerpo Académico de Geología Ambiental y Desarrollo de la UABCS encabeza las líneas de investigación "Inventario y catalogación de sitios de interés geológico", "Protección y uso del patrimonio geológico", "Gestión ambiental" y "Peligros y riesgo geológico".
El doctor en Oceanografía Geológica, Alejandro Álvarez Arellano, dijo que, a diferencia de otras especies en peligro que no tienen un lugar dónde vivir, "la vaquita marina puede ser salvada porque su hábitat, el Golfo de California, es limpio y saludable".
No obstante, el único problema real, subrayó, son las redes de enmalle que las enredan y matan, por lo que retirarlas del área donde se encuentran la especie probablemente se recuperaría, afirmó.
En las últimas décadas la pequeña población de vaquitas marinas ha descendido drásticamente, a consecuencia de estas redes de captura de peces y camarón, que matan más marsopas de las que nacen. El especialista comentó que se piensa que la población actual es de aproximadamente 125 a 150 individuos, pero disminuye rápidamente, por lo que si esta situación no cambia, podría extinguirse en pocos años.
La vaquita marina es una pequeña marsopa y es considera única por su forma, color y comportamiento distinto al de especies parecidas. Es una de las seis especies de verdaderas marsopas y es la única que vive en aguas cálidas del océano Pacífico Oriental. Se localiza en una pequeña área del extremo norte del Golfo de California.
A estos mamíferos se les conocen apenas desde 1958. Con sus 1.5 metros de largo, es la especie de cetáceo más pequeña que existe y se calcula que vive entre 20 y 21 años. Nunca ha sido mantenida en cautiverio y su destino está ligado al ecosistema de la parte norte de la península de Baja California.
Noticia publicada en El Universal (México)