Se trata de una investigación básica realizada por el grupo de Investigación Bioquímica de Sistemas Inmunológicos de la Facultad de Medicina de Sevilla, que lidera el catedrático Francisco Sobrino.
Su objeto se centra en esclarecer las bases bioquímicas y genéticas del metabolismo del colesterol y su implicación en la inflamación, una alteración que está relacionada con enfermedades como la arterioesclerosis y la diabetes.
Sobrino ha explicado a EFE que a pesar de ser "unos estudios realizados por ahora con células humanas, a largo plazo podrá suponer un avance importante para regular los índices de colesterol entre las personas y colaborar a reducir el número de pacientes con obesidad".
El colesterol se transforma en numerosos derivados, a los que pertenecen los oxisteroles, éstos se unen a unos receptores ubicados en el núcleo de las células -LXR- y se activan; esta combinación de ambos regula la transcripción de determinados genes implicados en la síntesis de proteínas anti-inflamatorias.
El estudio de estos investigadores demuestra que este estado inflamatorio inhibe la activación de los receptores LXR, se deja de activar la síntesis de proteínas antiinflamatorias y en consecuencia, se agrava más la inflamación, produciendo menos proteínas de defensa.
Este descubrimiento también demuestra un inconveniente, ya que la activación de los LXR estimula también la síntesis de lípidos -ha indicado Sobrino- de ahí que numerosos expertos busquen análogos estructurales de los oxisteroles que tengan aspectos positivos.
Noticia publicada en ADN (España)