Esto se debe a las lectinas que contiene el frijol tépari, que tienen la capacidad química de detectar y destruir células del cáncer, además de no dañar las células sanas, pues “distinguen” entre unas y otras.
Además, estas glicoproteínas también pueden diferenciar entre células de conforme al tipo específico de cáncer, reveló la investigadora adscrita a la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Teresa García Gasca.
La docente, quien encabeza a un grupo de cinco investigadores, explicó que han observado que al aplicar una dosis de lectina, no afecta a las células normales, mientras que las cancerígenas inician un proceso de muerte.
A diferencia de los tratamientos quimioterapéuticos convencionales, que normalmente afectan a todas las células por igual, este tipo de moléculas, de origen natural, tienen la capacidad de reconocer de forma selectiva entre células normales y cancerígenas, refirió.
La quimioterapia ha sido por mucho tiempo un método que busca impedir la reproducción de células cancerosas. Sin embargo, dice García Gasca, es un tratamiento que al mismo tiempo afecta a las células sanas del organismo provocando en los pacientes deterioro físico.
Por esto es que desde hace más de 10 años, la doctora Teresa García Gasca, ha buscado alternativas naturales para combatir el cáncer, a través del proyecto denominado “Descubriendo el potencial anticancerígeno de la lectina de frijol tépari: evaluación de su toxicidad in vitro e in vivo”.
La importancia del desarrollo de estrategias terapéuticas basadas en este tipo de moléculas, reside precisamente, en que podrían utilizarse para apoyar a los tratamientos convencionales y propiciar la muerte de células de cáncer de forma preferencial.
La universitaria explicó que el trabajo se basa en el estudio de un grupo de lectinas de frijol tépari. Esta semilla se encuentra en el norte de México y corresponde a una especie de frijol más pequeño y más duro a la cocción que el frijol común, por lo que no es tan conocido por la población.
Las lectinas, son un grupo de proteínas de origen no inmune, que están presentes en la mayoría de los seres vivos, tanto en el reino animal, vegetal y en microorganismos como bacterias, protozoarios y virus.
Los resultados del proyecto han arrojado, hasta ahora, que el cáncer de colon es muy sensible al efecto de la fracción de lectinas de frijol tépari, induciendo a la muerte de las células malignas.
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