Este descubrimiento aporta información en el ámbito del tratamiento del cáncer y de las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y Parkinson, informó la institución académica en un comunicado.
El trabajo, que vio la luz en versión electrónica este domingo en la prestigiosa revista "Nature Neuroscience", ha sido fruto de un esfuerzo colaborativo entre el grupo de Neurobiología Molecular del Departamento de Biología Celular y Parasitología de la Universitat de Valencia (que también forma parte del Ciber de Enfermedades Neurodegenerativas y de la Red Nacional de Terapia Celular) dirigido por Isabel Fariñas y el grupo estadounidense de la Universidad de Vanderbilt dirigido por Bruce Carter.
Este trabajo describe cómo los receptores de membrana Jedi-1 y MEGF10 están implicados en el proceso de fagocitosis de neuronas que mueren por apoptosis en mamíferos.
La apoptosis es un proceso de suicidio celular finamente regulado a nivel bioquímico por el cual células con mutaciones o alteraciones funcionales son eliminadas del organismo. Se trata de un proceso fundamental en biomedicina; alteraciones en la apoptosis celular subyacen a patologías tan diversas y de tanta trascendencia como el cáncer (las células tumorales se escapan de la muerte) y las enfermedades neurodegenerativas (en el Parkinson o el Alzheimer las neuronas se pierden por apoptosis), explicaron las mismas fuentes.
La investigación en el ámbito de la regulación de este proceso en la célula que se muere es muy intensa pero existen aspectos menos estudiados, como son los mecanismos que facilitan la eliminación de los restos de una célula que muere por apoptosis, eliminación que ocurre por fagocitosis, es decir por la ingesta de los restos apoptóticos por otras células.
Una de las líneas de investigación del grupo de la Universitat de Valencia se centra en estudios de apoptosis neuronal durante el desarrollo y en procesos neurodegenerativos.
El sistema nervioso proporciona un buen modelo para el estudio de los procesos de muerte neuronal ya que durante el desarrollo fetal se produce un proceso masivo de muerte neuronal controlado --primero el sistema nervioso genera muchas neuronas y luego la mitad se pierden antes del nacimiento--, que se supone que asegura el que sobrevivan sólo las neuronas bien conectadas.
Esto permite estudiar cómo interaccionan las neuronas que están en proceso de apoptosis con las de su entorno. El grupo de la Universitat de Valencia demostró que son las células gliales vecinas o adyacentes a las neuronas las que se encargan de fagocitar los restos de las neuronas muertas.
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