La explicación bioquímica de la excreción de nitrógeno como amoníaco en cucarachas, una observación que ha intrigado a los fisiólogos durante años, se ha determinado a partir de la secuencia del genoma completo de la bacteria endosimbionte de la cucaracha germánica -Blattabacterium Bge, una bacteria que vive dentro de las células de las cucarachas- y la inferencia de su red metabólica. La investigación, dirigida por los catedráticos Amparo Latorre y Andrés Moya, aparece publicada en la revista de libre acceso " PLoS Genetics".
Con el fin de producir amoníaco "el metabolismo bacteriano emplea un mecanismo aparentemente ineficiente: las enzimas bacterianas sintetizan simultáneamente, por un procedimiento energéticamente costoso, y destruyen la misma molécula, la urea", según ha explicado Amparo Latorre.
Los autores señalan que este mecanismo sorprendente toma sentido cuando se considera la interacción metabólica entre las bacterias endosimbiontes y su huésped, así como la fisiología global de la cucaracha.
Esta investigación también sugiere una convergencia evolutiva con respecto a las funciones bioquímicas entre la cucaracha y otros insectos omnívoros.Los científicos analizaron los genomas de endosimbiontes de la cucaracha germánica y de dos especies de hormigas (Blochmannia floridanus y B. pennsylvanicus) y los compararon con los genomas de endosimbiontes de otros insectos con dietas muy especializadas, como por ejemplo los pulgones.
Estos estudios muestran que, a través de caminos evolutivos completamente independientes, y muy probablemente debido a sus hábitos omnívoros, las cucarachas y las hormigas han llegado a soluciones metabólicas remarcablemente similares como resultado de sus asociaciones antiguas con endosimbiontes que pertenecen a linajes bacterianos muy alejados.
La doctora Amparo Latorre ha precisado que "necesitamos una mejor comprensión de los mecanismos evolutivos implicados en las asociaciones simbióticas entre los insectos y las bacterias no sólo para entender la fisiología básica y el comportamiento del huésped, sino también para diseñar nuevas estrategias en el control de plagas".
Esta investigación de la Universidad de Valencia ha sido financiada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y por la Conselleria de Educación a través del programa Prometeo.
Noticia publicada en ABC (España)