Los subtítulos en inglés de una película filmada en este idioma pueden ayudar a aprender el lenguaje según un estudio del Instituto Max Planck de Psicolinguística y la Universidad Radboud de Nimega (Países Bajos) que se publica en la revista "PLoS ONE".
Los investigadores muestran que quienes escuchan otro idioma pueden adaptarse a un acento regional desconocido en esta lengua extranjera. Los estudiantes holandeses mostraron mejoras en su capacidad para reconocer el inglés escocés o australiano después de una exposición de sólo 25 minutos a un vídeo. Los subtítulos en inglés durante la exposición mejoraron su aprendizaje mientras que los subtítulos en holandés lo redujeron.
En la investigación, estudiantes holandeses que no estaban familiarizados con el inglés escocés y australiano vieron un episodio de la serie cómica australiana "Kath & Kim" o una versión corta de "Trainspotting", que representa a un adicto a las drogas escocés y sus amigos, con subtítulos ingleses, holandeses o sin subtítulos.
Después del visionado, se pidió a los participantes que repitieran el mayor número de palabras que pudieran a partir de 80 extractos de audio de los principales protagonistas, la mayoría de ellas escuchadas durante el visionado y la otra mitad nueva para los participantes.
Los investigadores descubrieron que los subtítulos en inglés se asociaban con la mejor actuación tanto con el material escuchado como con el nuevo pero que aunque los subtítulos en holandés también mejoraban la actuación sobre los elementos conocidos llevaban a un peor desarrollo con los materiales nuevos.
Los participantes parecían estar utilizando la información semántica (de significado) en los subtítulos holandeses cuando escuchaban el lenguaje en inglés y por ello los subtítulos en holandés parecían haber ayudado a los participantes a descifrar qué palabras inglesas se habían pronunciado. Esto sin embargo no permitió a los participantes mejorar su comprensión de las nuevas pronunciaciones procedentes del mismo interlocutor.
Los investigadores explican que las personas que escuchan pueden utilizar su conocimiento sobre cómo suelen sonar las palabras para adaptarse al lenguaje que perciben, aunque este suene con un acento poco familiar. Esto es lo que parece suceder también con los subtítulos. Si una palabra inglesa se pronunciaba con acento escocés, los subtítulos ingleses solían mostrar qué palabra era y por ello cuál era su sonido. Esto hacía más fácil a los estudiantes adaptarse al acento.
Noticia publicada en Europa Press (España)