Los dos volcanes ha mostrado cambios importantes en su comportamiento, por lo que es necesario seguir con la alerta naranja, dijo la subdirectora del Instituto de Geología y Minería (Ingeominas), Martha Calvache.
Calvache afirmó que en el caso del volcán nevado del Huila, de 5.363 metros de altura, existe una actividad sísmica y emisión de ceniza que llega a varias localidades de los departamentos de Huila, Cauca (suroeste) y Tolima (centro-oeste).
La funcionaria explicó que los pueblos que presentan un mayor riesgo ante la actividad del volcán nevado del Huila son Inzá y Belalcázar, en Cauca, y La Plata, Nátaga y Paicol, en Huila.
Precisamente, la situación que se vive en el oriente del Cauca por el estado de alerta del volcán ayer tomó ribetes de gravedad en el aspecto social al conocerse que unas 200 familias de las comunidades indígenas que habitaban en Wila, Tálaga, Tóez y Vitoncó abandonaron provisionalmente la zona para buscar refugio en otra parte, debido a los daños que la erupción de ceniza está causando en los acueductos, los cultivos y los hatos ganaderos de la región.
El fenómeno cada día es más latente en la zona, porque también está afectando la salud de las gentes, en especial de niños, ancianos y mujeres en estado de gravidez, dijo José Jair Cardozo, vocero de los habitantes de Belalcázar y miembro del Comité de Prevención y Desastres del Municipio, Crepad. Desesperados, algunos propietarios de ganado han tenido que vender sus animales de manera forzosa en razón de que las cenizas caídas del volcán han afectado los pastos.
El volcán nevado del Huila tuvo una erupción y un deshielo en noviembre del 2008, hecho que dejó varios muertos y cuantiosos daños materiales entre la zona de influencia. Eso los ha golpeado fuertemente a los indígenas, productores de quesos, mantequilla y yogures, anotó Cardozo. En cuanto al río Páez su caudal no ha crecido pero sus aguas bajan espesas por la caída de cenizas.
Con relación al Galeras, ubicado en Pasto, Ingeominas reiteró ayer que desde el pasado 27 de octubre “se registra un cambio importante en el comportamiento del volcán, reflejado en la disminución de eventos relacionados con desgasificación y el incremento de sismos que se asocian con sobrepresiones en el sistema volcánico, y en el notable descenso de las emisiones de dióxido de azufre”.
Las autoridades no recomendaron de inmediato la evacuación de los habitantes de localidades ubicadas en la zona de influencia del Galeras, pero les pidieron estar atentos a las instrucciones de los expertos, se informó.
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