Según un artículo de ScienceDaily, científicos del Laboratorio Nacional Brookhaven del Ministerio de Energía estadounidense (DOE, por sus siglas en inglés) han identificado una novedosa enzima responsable de la formación de suberina, sustancia cerosa de las paredes celulares presente en la corteza de algunos árboles, como el corcho. Aunque también es eficaz a la hora de mantener el vino en el interior de la botella, la función principal de la suberina en las plantas es controlar el transporte de agua y nutrientes y mantener los patógenos en el exterior. El ajuste de la permeabilidad de los tejidos vegetales mediante la manipulación genética de la expresión de esta enzima podría dar lugar a una producción agrícola más fácil de las cosechas utilizadas para los biocombustibles.
La investigación, dirigida por los biólogos de Brookhaven Chang-Jun Liu y Jin-Ying Gou, se publicará en línea en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences la semana del 19 de octubre de 2009.
Las plantas utilizan diferentes polímeros en la construcción de las paredes celulares, cada uno de ellos con propiedades únicas esenciales para el desarrollo y la supervivencia. La suberina, el polímero analizado en este estudio, se encuentra principalmente en las paredes celulares de los sistemas de raíces y semillas. Su función es moderar las sustancias que pasan al interior del organismo, actuando como barrera para sustancias dañinas y microorganismos al mismo tiempo que facilita la ingesta y almacenamiento de agua y otros nutrientes.
Según Liu, el equipo trató de entender la síntesis del componente fenólico ligado a las paredes de diferentes biopolímeros, entre ellos el polímero suberina, identificando las enzimas responsables de su construcción. Esta información se podría utilizar posteriormente para modificar las plantas con fines agrícolas, incluida una producción mejorada de biomasa. "Saber qué hace cada enzima puede permitir modificar las propiedades de los polímeros a medida con fines específicos a través de ña alimentación d ellas plantas o bien de ingeniería genética", explicó Liu.
En su experimento, Liu y sus colegas analizaron una cepa de Arabidopsis (una planta experimental común) que había sido genéticamente modificada para interrumpir la expresión de un gen que codifica una enzima conocida ahora como hidroxiacido hidroxicinamoiltransferasa (HHT). Los anáilisis químicos mostraron que dejar fuera de combate al gen de la HHT daba lugar a una deficiencia de los fenoles de la suberina, indicando que la HHT es la enzima responsable de la biosíntesis del polímero. Liu y sus colegas aislaron, a continuación, el gen y lo expresaron en bacterias para caracterizar aún más su función.
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