La especie es la "Agalychnis annae", una rana color verde limón, de unos 8 centímetros de longitud y ojos negros con naranja, que era muy común en el área central de Costa Rica y en la zona del Caribe, pero cuya población empezó a disminuir desde hace unos 20 años, explicó a la AFP el biólogo Alexander Barrientos.
En el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio), un centro de investigación, los científicos han logrado que nazca un centenar de renacuajos, de los cuales 28 ya evolucionaron a la condición de ranas juveniles.
Para lograrlo, los investigadores trabajaron en reproducir, dentro de una urna de vidrio, las condiciones de temperatura, humedad y vegetación propias del hábitat natural de la "Agalychnis annae", explicó Barrientos.
"Estamos muy contentos de este logro, porque en su hábitat natural esta especie está enfrentada a condiciones muy difíciles de sobrevivencia y su número está disminuyendo aceleradamente", señaló. Varias especies de anfibios de Costa Rica han desaparecido o se encuentran en peligro de extinción.
Los expertos estiman que diversos factores están afectando a varias especies de ranas, entre otros el cambio climático, el uso de pesticidas agrícolas y la aparición de nuevas enfermedades, como un mal asociado a un hongo acuático que ha proliferado en Centroamérica y Australia. "Los riachuelos están contaminados y eso hace que los renacuajos no puedan sobrevivir", dijo el científico.
Barrientos explicó que no sólo en el INBio se han logrado crear las condiciones para la reproducción de ranas, pues existen algunas experiencias similares que se han llevado a cabo en hoteles de montañas y playas.
"No es un procedimiento complicado, pero sí se requiere de algún conocimiento y de mucha dedicación. Es algo que se podría intentar en las escuelas para que los niños vayan preparándose en el esfuerzo de preservar la biodiversidad del país", comentó el biólogo.
Noticia publicada en Univisión (EEUU)