Una veda permanente impuesta por la Subsecretaría de Recursos Pesqueros (SRP) es una de las medidas inmediatas para frenar la extracción del molusco, preciado por su carne en forma de medallones.
La spondylus desde hace más de una década se extraía desde los mantos rocosos de los acantilados submarinos donde está adherida, especialmente ubicados en el sur de Manabí. 20 buzos, todos oriundos de Salango, un enclave marino ubicado en Puerto López, se dedicaban hasta hace 10 años a buscar en las profundidades de los pocos arrecifes de coral y el manto rocoso submarino, la preciada concha catarro (spondylus).
Uno de ellos es Rubén Baque. Vive al extremo sur de Salango. La planta baja de su casa de dos pisos la adecuó para un gabinete de belleza. Allí su esposa trabaja y ayuda en los ingresos económicos para la familia. “El recurso spondylus se acabó, lo poco que queda son bancos de conchas juveniles, hablo de la zona desde Cantagallo, por el norte, hasta la Isla de la Plata, por el sur”, refiere el buzo y cuenta que hace tres años solicitaron a las autoridades de pesca que se imponga una veda para tratar de preservar la especie, pero no hubo respuesta.
Baque cree que con la decisión de la SRP hay cierta esperanza para salvar a la concha que fue considerada por la cultura Manteña como manjar de los dioses.
La bióloga Mónica Fabara, quien ha realizado estudios sobre spondylus desde 2002, dice que la veda permanente es uno de los pasos para permitir que las poblaciones juveniles del molusco puedan desarrollarse. A su juicio, la prohibición de extraer spondylus en todo el perfil costanero del Ecuador debería durar por lo menos 8 años. La mayor explotación contemporánea de spondylus se registra entre 1990 y 2000. Fabara asegura que la carne se vendía por quintales a los propietarios de los restaurantes de la zona. Desde entonces se convirtió en el manjar de los turistas que llegan al Parque Nacional Machalilla (PNM).
Esa explotación provocó que ahora ya no se encuentren spondylus adultos, solo juveniles, pero son una promesa para preservar la especie siempre y cuando se respete la veda. La experta sugiere que de la mano de la veda debiera llegar un control riguroso en el que participen autoridades de la Marina, SRP, los buzos y los pescadores artesanales.
Producto de la pesca exagerada de la spondylus, las tallas de las conchas se redujeron. Hasta 1995 era fácil encontrar ejemplares de 18 a 23 centímetros de diámetro, en la actualidad se hallan escasamente de entre 6 y 8 centímetros. Una concha spondylus para llegar a la edad adulta necesita 15 años. Fabara indica que en la zona la extinción de la spondylus es general, mientras que el comercio se ha reducido en más del 80%.
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