No obstante, los investigadores han advertido que la vacuna es específica para las cepas que en estos momentos circulan en el país asiático. Tras conocer estos resultados, desde la ONU aplaudieron estos resultados, que calificaron de "alentadores", y hablaron de "una nueva esperanza" al respecto.
"La reducción del riesgo de infección de VIH es todavía modesta pero estadísticamente significativa, ya que es la primera evidencia científica desde el descubrimiento del VIH en 1983 de que, tarde o temprano, la vacuna llegará", explicó en un comunicado Michel de Wilde, vicepresidente del fabricante de la vacuna, Sanofi-Pasteur.
Estudio entre 16.000 personas
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores estudiaron en Tailandia a un total de 16.000 voluntarios heterosexuales. Entre ellos, el grupo que recibió la vacuna, bautizada por el momento como RV 144, "registró 54 infecciones por VIH frente a las 74 del grupo controlado con placebo" tras seis años de seguimiento, según aseguró el coronel Jerome Kim, del Instituto Armado Walter Reed de Maryland (EE UU).
Esta nueva vacuna es una combinación de la vacuna contra el melanoma Alvac, desarrollada por los laboratorios Sanofi-Pasteur, y de la fallida vacuna contra el sida conocida como Aidsvax, elaborada por la farmacéutica estadounidense VaxGen. Esta combinación está dirigida a los subtipos del virus B y E. El primero es el más prevalente en las infecciones por VIH en los países desarrollados, tanto en Europa como en Estados Unidos o Australia. Por su parte, el subtipo E es más propio de la zona del sudeste asiático donde se ha probado la vacuna. Ante esta situación, quedaría por conseguir también que la vacuna pueda ir dirigida al subtipo C, uno de los más extendido actualmente.
El resultado obtenido en esta investigación ha sido inesperado incluso para los propios investigadores que, tal y como explicaron ayer, no pueden entender cómo la combinación de ambas vacunas puede proteger el organismo frente al VIH sin ser capaz de modificar el virus una vez está presente en el cuerpo humano. No obstante, señalaron que este hallazgo es un verdadero triunfo para quienes creen que es posible la fabricación en masa de una vacuna contra el sida, además de una prueba para acallar las críticas que en su día tacharon esta investigación de "poco ética" o de "despilfarro" ante las escasas expectativas de éxito que presentaba. El coronel Kim aseguró que "se trata de la primera evidencia de que el desarrollo de una vacuna eficiente y segura es posible". Y "aunque no tenemos todas las respuestas ahora", se mostró confiado en que tendrá importantes implicaciones para el futuro diseño de la vacuna contra el VIH. No obstante, quiso ser cauto al respecto. "La vacuna fue probada en Tailandia y en realidad, es específica para las cepas que en estos momentos circulan en ese país", añadió.
Noticia publicada en Diario de Navarra (España)