En concreto, los sujetos estudiados aprendieron a parpadear al escuchar un sonido. El estudio, publicado en la edición online de la revista Nature Neuroscience, es el primero que demuestra algo semejante. Investigadores de la Universidd de Buenos Aires, la de Cambridge y el Instituto de Neurología Cognitiva (Argentina) utilizaron el clásico método de estímulo y respuesta del fisiólogo soviético Iván Pávlov. De esta forma, los científicos tocaban un tono inmediatamente antes de soplar aire en el ojo del paciente. Después de algún entrenamiento, los pacientes empezaban a parpadear cuando sonaba el tono, antes siquiera de que recibir el soplido en los ojos.
Este aprendizaje requiere una conciencia de la relación entre el estímulo y la respuesta. El tono precede y predice el soplo de aire en el ojo. Este tipo de conducta no se reprodujo en los sujetos de control, unos voluntarios que habían sido anestesiados.
Los investigadores creen que el hecho de que estos pacientes tengan la capacidad de aprender asociaciones muestra que pueden formar sus memorias y obtener beneficios de una rehabilitación. «Este test puede convertirse en una herramienta útil y sencilla para comprobar el nivel de conciencia», explica Tristan Bekinschtein, autor principal del informe e investigador de la Universidad de Cambridge. Además, la investigación sugiere que si el paciente puede aprender, también es probable que se recupere en algún grado.
Noticia publicada en ABC (España)