Los investigadores de la Universidad de Vigo y el CSIC han determinado cómo calcular la edad del pulpo común. «Hemos hallado que en los estiletes de estos animales (la concha interna residual) se acumula un anillo de materia orgánica por día, lo que permite calcular la edad del animal», ha explicado Ángel Guerra. Sería algo similar a los otolitos de los peces o, fuera del medio marino, los anillos que permiten calcular la edad de los árboles, aunque en este caso la periodicidad sea anual. «Aunque ya se había hecho algo similar con el Octupus palidus, una especie australiana, esta es la primera vez que se ha hecho con Octopus vulgaris, la especie más común e importante desde el punto de vista comercial», ha señalado el investigador del CSIC. El hallazgo es importante porque permite determinar la edad de cada ejemplar y conocer los tiempos de crecimiento y reproducción, lo que permitirá mejorar la gestión pesquera de la especie.
En peligro de extinción
Otro de los objetivos del encuentro es elaborar una lista de cefalópodos en peligro de extinción o amenazados por la sobrepesca o la destrucción de sus hábitats naturales, ya que hasta el momento no existe ningún recuento oficial. «Pensamos que puede haber una docena especies de cefalópodos amenazadas en todo el mundo. Desde aquí vamos a proponer que se incluya el Octopus macropus o pulpo manchado (llamado así por tener manchas blancas por el cuerpo), una especie que solía ser común en las costas españolas y que los marineros pensaban que atraía el mal tiempo», ha explicado Guerra.
En esta misma línea, otro de los temas que se tratarán será la influencia del cambio climático en las poblaciones de cefalópodos y los parámetros ambientales que afectan a la pervivencia de estas especies como la fuerza del viento y las corrientes marinas (relacionadas con los afloramientos y, por lo tanto, con la presencia de nutrientes o sales minerales disueltas en el agua) y la cantidad de fitoplancton y zooplancton, que condicionan la supervivencia de las larvas de los cefalópodos y de otros muchos organismos marinos.
El investigador lo ilustra con el cambio producido en los últimos años en las zonas de Galicia y Portugal, donde la temperatura media del agua ha subido un grado, afectando a las condiciones ambientales: «Esto ha causado la llegada de especies que solían habitar más al sur, mientras que algunas de las nuestras se desplazan más hacia el norte», ha resumido el científico del CSIC. Los investigadores también estudiarán el efecto de la contaminación sobre la mortandad en etapas tempranas.
Noticia publicada en ABC (España)