Un equipo del Museo Arqueológico Regional, encabezado por el catedrático de Paleontología y co-director del yacimiento de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, ha descubierto en los yacimientos de Pinilla del Valle restos de un rinoceronte prehistórico del Pleistoceno y una liebre con 65.000 años de antigüedad de la que hasta ahora no se tenía constancia en la Península.
El hallazgo se ha producido en los yacimientos arqueológicos del Calvero de la Higuera, en el Valle Alto del Lozoya, donde se lleva a cabo la VIII campaña de investigación que la Comunidad de Madrid inició en el año 2002 a través del Museo Arqueológico Regional. Aquí, desde su puesta en marcha, es el único lugar de la región se han encontrado restos fósiles de homínidos anteriores a nuestra especie, los primeros "madrileños".
Durante un mes, cerca de cien arqueólogos, paleontólogos y geólogos han trabajado en este entorno para profundizar en la economía del Homo neanderthalensis. El proyecto de investigación está dirigido por el propio Luis Arsuaga junto al arqueólogo y director del Museo Arqueológico Regional, Enrique Baquedano, y el catedrático de Geomorfología y asesor del Centro Nacional de Investigación de la Evolución Humana, Alfredo Pérez- González.
La liebre del frío
El vicepresidente, consejero de Cultura y Deporte y portavoz del Gobierno regional, Ignacio González, visitó este miércoles los yacimientos arqueológicos para conocer estos descubrimientos. El primero consiste en el hallazgo de un nuevo yacimiento bautizado como Cueva Des-Cubierta (sic), que contiene restos de fauna y de industria que pertenecerían al período Pleistoceno por la presencia de Stephanorhinus hemitoechus, el rinoceronte de estepa y nariz tabicada propio de este periodo.
Pero la gran sorpresa ha sido el descubrimiento en el Nivel 3 de la Cueva de la Buena Pinta – donde aparecieron en 2007 dos molares de neandertal- un ejemplar de ochotona, comúnmente conocida como pika o liebre silbadora, un pequeño mamífero que por primera vez aparece en la Península Ibérica y que indica la presencia de un clima frío en la zona, con una cronología de 63.000 años. Este animal vive en la actualidad en las estepas asiáticas y en zonas montañosas como el Himalaya o las Montañas Rocosas, pero no se encuentra en Europa. Sin embargo, durante el Pleistoceno ocupó zonas más meridionales y occidentales, estando presente en yacimientos franceses e ingleses, aunque nunca hasta ahora se había encontrado en la Península Ibérica.
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