El descubrimiento todavía se encuentra bajo tierra, pues se está esperando la llegada (aún no se confirma la fecha) de paleontólogos y arqueólogos desde Perú, que puedan extraer los fósiles correctamente. “Las fotos que se han logrado muestran una cabeza gigante”, adelanta Demera .
El descubrimiento lo realizó Galo Rivadeneira, un agricultor de la zona. “Contraté una retroexcavadora para cavar un pozo profundo en busca de una vertiente subterránea de agua, cuando el brazo metálico de la máquina llegó a los 10 metros de profundidad, chocó contra algo duro que parecía una roca”, comenta Rivadeneira.
El agricultor ordenó al maquinista que se detuviera y que continuara cavando a mano, entonces apareció el material fósil. Con una parte del esqueleto expuesta, la noticia se regó en los alrededores.
Manuel Andrade, director cultural del Municipio de San Vicente, gestionó ante la Dirección Regional de Patrimonio Cultural la visita de paleontólogos franceses que en la actualidad están en Perú realizando investigaciones.
El aficionado a la paleontología Eduardo Amén dijo que el hallazgo se podría tratar de un oso perezoso gigante, de aproximadamente siete metros, que habitaba en las zonas intertropicales.
El sitio del hallazgo está ubicado en una planicie de 30 metros cuadrados. No se descartan que haya más fósiles, pues se detectaron pedazos de otros huesos.
En el sector de Manabí se estima que hay 735 sitios arqueológicos, por lo que el INPC abrió hace dos meses una sucursal ahí.
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