El origen de la especialización del sistema inmune humano podría remontarse a su aparición en los vertebrados sin mandíbulas como la lamprea, un pez considerado un fósil viviente, según un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Emory en Atlanta (Estados Unidos) que se publica en la revista "Nature".
Los investigadores han descubierto en su estudio que los vertebrados sin mandíbula tienen un sistema inmune más sofisticado de lo que se pensaba hasta el momento. El hallazgo proporciona así nuevos datos sobre la evolución del sistema inmune humano.
En los mamíferos existen dos tipos de sistema inmune que funcionan en conjunto para erradicar infecciones y enfermedades. El sistema inmune innato proporciona la primera línea de defensa al reconocer y atacar a organismos invasores de forma genérica y no específica.
El sistema inmune adaptativo y más sofisticado elimina a los intrusos de una manera más precisa y recuerda al organismo atacante para reaccionar con más rapidez en un segundo encuentro posterior.
Los investigadores, dirigidos por Max Cooper, muestran que las lampreas marinas ("Petromyzon marinus") tienen un sistema inmune dividido en compartimentos que contienen células similares a las células T secretoras de citoquinas y las células B secretoras de anticuerpos del sistema inmune adaptativo de los mamíferos.
Según señalan los autores, esto anticipa la evolución del sistema adaptativo hasta su aparición en los vertebrados sin mandíbulas, lo que indica que su sistema inmune fue un precursor o evolucionó junto al sistema inmune de los mamíferos.
Noticia publicada en Salud i Força (España)