El camino hacia esta unidad de nuestro ADN fue descubierto gracias a estudios distintos. Ocurre que unos tipos de medicamentos que se usan habitualmente para combatir el cáncer pueden también ocasionar una reacción positiva frente al alcoholismo. De hecho, happyhour tiene un papel muy importante, y que hasta el momento era desconocido, en controlar la respuesta al alcohol.
Con los estudios cada vez más detallados y específicos, se descubren caminos distintos que se cruzan con otras condiciones. En esta ocasión, el gen happyhour tiene el trabajo, por lo general, de bloquear la trayectoria del Factor de Crecimiento Epidérmico (EGF), una sustancia conocida por su papel en el desarrollo del cáncer.
Por lo general, drogas conocidas como erlotinib y gefitinib se utilizan para inhibir el receptor del EGF en la lucha contra el cáncer, pero los investigadores se dieron cuenta de que los animales que recibían estas drogas también mostraban una resistencia significativa a los efectos sedativos del alcohol.
“Las ratas, los ratones y los insectos que recibieron erlotinib, espontáneamente dejaban de consumir alcohol una vez eran libres de hacerlo; más aún, los animales preferían agua con azúcar, si tenían ambas alternativas; algo que no ocurre naturalmente”, explicó Ulrike Heberlein, genetista de la Universidad de California en San Francisco. “Es un ejemplo formidable de cómo el estudio de organismos simples, como las moscas, pueden llevarnos desde el descubrimiento de un gen hasta su posible aplicación en terapias”.
Los investigadores explican que estos medicamentos, que ya son usados en humanos, no sólo han atravesado la barrera sanguínea entre especies sino que son bien tolerados en general.
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