Que ellos compiten entre sí por conquistarlas y que no le hacen asco a nada mientras que ellas son más exquisitas. Pero un nuevo estudio sobre el rol sexual de 10 mil personas en 18 países la descartó: reveló que los hombres engañan menos porque ya no tienden a formar varias parejas en forma simultánea.
La investigación fue publicada en la revista Trends in Ecology y Evolution y podría servir para entender la evolución de las estrategias sexuales de los humanos.
En una conversación teléfonica con Clarín, Gillian Brown, de la Escuela de Psicología de la Universidad St. Andrews, Escocia, -una de las investigadoras que llevó adelante el estudio- dijo que examinaron los actuales y pasados comportamientos sexuales en varios países (Finlandia, Irán, Suiza, Estados Unidos, Venezuela, Brasil y Paraguay, entre otros) y descubrieron que en las poblaciones estudiadas hubo sociedades que fueron polígamas en sus orígenes y que luego tuvieron una prevalencia de comportamiento monógamo. "Lo sorprendente es que en parejas monógamas y actuales, los hombres y mujeres son igual de promiscuos e infieles. Observamos, además, que casi no hubo situaciones de engaños en América del Sur", explicó.
Brown, junto con Kevin Laland de la Escuela de Biología de la misma universidad y Monique Borgerhoff Mulder, del Departamento de Antropología de la Universidad de California, en Estados Unidos, usaron ecuaciones matemáticas para intentar comprobar la teoría "hombres promiscuos, mujeres recatadas" que el genetista Angus John Bateman estableció en 1948 cuando estudió los hábitos de apareamiento de las moscas de las frutas. Primero, averiguaron si hoy los hombres tienen más hijos que las mujeres; segundo, si los hombres tienen más parejas que las mujeres y tercero, compararon esos datos. Brown señaló que la teoría de Bateman estaba aplicada también en humanos y "no es cierta". Para ella, es convencional y estereotipada. "No se puede seguir un patrón universal porque es muy simplista diferenciar el comportamiento sexual del hombre y la mujer porque es más difícil producir un óvulo que un esperma".
Bateman se basó en el libro "El origen del hombre" de Charles Darwin, que dice: "los machos de casi todas las especies son más pasionales que las hembras. El macho conquista y seduce antes que la mujer".
Brown insistió en que deben tenerse en cuenta otros factores como la evolución y la cultura sexual y marital del país, la densidad de la población, por qué eligen a una o más parejas, si sufren enfermedades sexuales, la edad de iniciación sexual, entre otros. Y aseguró que "cuánto más flexible es el comportamiento sexual humano y mayor es la variación entre la cantidad de parejas y descendientes, menos se puede catalogar al hombre de infiel y a la mujer de santa. Hoy en día hasta puede ser al revés: las mujeres se volvieron competitivas en las grandes ciudades".
Noticia publicada en Clarín (Argentina)