El descubrimiento fue hecho por la bióloga y neuróloga Fernanda De Felize, investigadora de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), informó el día 5 la Fundación de Apoyo a la Investigación en el Estado de Río de Janeiro (Faperj), que financió parte del proyecto.
Según De Felize, en los últimos años científicos de todo el mundo ya venían asociando las dos enfermedades y presentado evidencias epidemiológicas de que, desde el punto de vista clínico, los pacientes con Alzheimer tienen mayor tendencia a presentar diabetes del tipo 2 y viceversa. La investigadora brasileña dio las primeras pistas para entender esta asociación al establecer que los receptores de la hormona insulina en las neuronas desaparecen en los pacientes con Alzheimer.
Para confirmar esa tesis, la científica, asociada a instituciones brasileñas y estadounidenses, decidió tratar personas portadoras del mal de Alzheimer con una combinación de insulina y rosiglitazona, ambas empleadas para tratar personas con diabetes tipo 2. Las pruebas hechas en el Instituto de Bioquímica Médica de la UFRJ mostraron que la experiencia al menos en laboratorio es exitosa.
Las medicinas contra la diabetes consiguieron detener el avance de los efectos degenerativos provocados por Alzheimer en las células cerebrales cultivadas en laboratorio y usadas en el experimento. "Antes se pensaba que el cerebro no necesitaba de insulina para su funcionamiento, pero el descubrimiento de De Felize confirma exactamente lo contrario. Además de contribuir para el proceso de obtención de energía para que el cerebro funcione, la insulina también desempeña un papel importante en la formación de memoria", según Sergio Ferreira, que coordinó las investigaciones en Brasil.
El experimento, agregó, confirmó estudios anteriores que ya habían demostrado que, en portadores de Alzheimer, las neuronas se muestran más resistentes a la insulina y a su acción benéfica.
Noticia completa en People Daily (China)