Así lo afirma un equipo de investigadores del Museo Smithsonian de Historia Natural y de la Universidad Temple (EEUU) en un artículo de la revista "Proceedings of the National Academy of Sciences" publicado hoy.
Hasta ahora se sabía que el maíz, o Zea Mays L., se domesticó en alguna región del suroeste de México a partir de una planta salvaje llamada teosinte o zea, pero para llegar a esa conclusión tan sólo se habían llevado a cabo estudios genéticos de ambas especies, no se habían investigado los asentamientos humanos y agrícolas de la zona.
El equipo de científicos, dirigido por Dolores Piperno y Anthony Ranere, buscaron localizaciones de asentamientos humanos de hace entre 8.000 y 9.000 años, un periodo que consideran crítico en la domesticación del maíz.
Tras analizar las herramientas de piedra y los restos de plantas encontrados, los investigadores descubrieron las pruebas más antiguas de maíz en microfósiles de un refugio de roca llamado Xihuatoxtla, que datan de hace 8.700 años. Entre esos restos también hallaron indicios de la domesticación de una especie de calabaza.
"Nuestros hallazgos confirman una domesticación del maíz en el Holoceno temprano e indica que es otro importante cultivo del Nuevo Mundo que tiene su origen en el bosque tropical", explica Dolores Piperno.
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