Una diminuta alga recientemente descubierta en el Mar del Norte, de nombre científico Azadinium spinosum, produce el veneno Azaspiracid. Hasta ahora, se consideraba a la especie de alga Protoperidinium crassipes como fuente de la toxina.
Sin embargo, tanto esta última alga como las conchas son sólo portadores del veneno, indicaron los expertos, en un artículo publicado en la revista británica "European Journal of Phycology" (volumen 44, página 63). Además, los científicos desarrollaron un método para detectar las algas tóxicas en el agua.
Según el equipo encabezado por el biólogo Urban Tillmann, las intoxicaciones en el hombre con sustancias del grupo del Azaspiracid se registraron por primera vez en 1995 en Holanda. Estas toxinas están bastante bien investigadas. Causan diarrea, vómitos y parálisis. Sin embargo, durante largo tiempo se desconocía dónde se producían.
Ahora, los expertos lograron comprobar en el laboratorio que el alga Azadinium spinosum, un dinoflagelado, produce estas toxinas. A lo largo de su vida, las conchas filtran grandes cantidades de estos organismos del agua del mar y acumulan por lo tanto el veneno en su cuerpo.
Los nuevos estudios de los investigadores podrían contribuir a reducir en el futuro las intoxicaciones por el consumo de mariscos. "Con nuestros cultivos en el laboratorio podemos desarrollar sondas genéticas con ayuda de técnicas de biología molecular", explicó Tillmann. "Estas sondas comprobarán la presencia de algas productoras de toxinas en muestras de agua y podrían constituir un efectivo sistema de alerta temprano en granjas de conchas".
Noticia publicada en Nuestro País (Costa Rica)