No se trata de que los trabajadores de la Wetlands Trust sean homófobos, sino que Ben y Jerry son dos de los últimos 600 Patos Azules de Nueva Zelanda que quedan en todo el mundo, y los dos únicos machos que quedan en Inglaterra, así que sus cuidadores esperaban que contribuyeran a la perpetuación de la especie.
Ben y Jerry viven en compañía de Cherry, el único pato hembra inglés, al que no hacen caso.
Desde que se conocieron Ben y Jerry no han parado de cortejarse y es evidente para sus desesperados cuidadores que son pareja. Una de sus cuidadoras ha dicho: “No hay ninguna duda de que Ben y Jerry se consideran una pareja pero, a pesar de que sus travesuras son muy divertidas y los visitantes los adoran, nosotros estamos decepcionados.”
Tiene que ser duro trabajar para salvar una especie en vías de extinción y encontrarse con que la propia especie no está por la labor. Además no creo que sea fácil hacerle entender a unos patos que deberían echar una canita al aire con una hembra que no les gusta…
Noticia publicada en Ambiente G (España)