La capilla sepulcral, que pertenece a Djehuty, un alto cargo de la época, tiene las paredes y el techo completamente pintados con dibujos y jeroglíficos con pasajes del Libro de los Muertos.
Los descubrimientos se han realizado durante los trabajos de la VIII campaña del Proyecto Djehuty, patrocinado por la Fundación Caja Madrid desde el año 2004.
«Esto es el sueño de cualquier egiptólogo», declaró José Manuel Galán, director del equipo de especialistas, que ha trabajado en condiciones «muy duras y difíciles» para sacar a la luz la que probablemente sea la primera cámara sepulcral decorada con profusión, para que Djehuty, un escriba de la faraona Hatshepsut, tuviera una fácil transición al más allá.
La cámara ha sido hallada en la necrópolis de Dra Abu el-Naga, en la orilla occidental de Luxor, antigua Tebas. «Además de su indudable valor estético, la importancia radica en que en esta época, a comienzos de la dinastía XVIII, no se decoraban las cámaras sepulcrales. Sólo se conocen otras cuatro tumbas con la cámara sepulcral decorada», declaró Galán.
El hecho de que Djehuty decidiera pintar su cámara le coloca entre los personajes más importantes e influyentes del momento, y le identifica como uno de los intelectuales y escribas más creativos al servicio de la reina Hatshepsut», destaca el investigador del CSIC.
La tumba-capilla de Djehuty, excavada en la roca de la colina Dra Abu el-Naga, tiene más de dos metros de altura y se adentra casi 20 metros en la horizontal. Las paredes interiores están totalmente decoradas con inscripciones y escenas en relieve.
En la sala más interna se encuentra la entrada a un pozo funerario de más de 8 metros de profundidad. Al fondo de ese pozo se abre un acceso a una gran cámara de 5,50 metros de largo por 3,50 metros de ancho y 1,60 metros de altura, que estaba llena de tierra y piedras casi hasta el techo y que se ha excavado durante esta campaña.
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