Así lo afirma un equipo de investigadores del Max Planck Institute for Human Development y de la Universidad de Salzburgo (Alemania) en la revista BMC Neuroscience.
Los científicos explican que el cerebro interactúa con el mundo a través de acciones que se hacen concretas a través de procesos motores y sensoriales y buena parte de ellas implican la sincronización de dos o más individuos. Por ello, el equipo investigó la importancia funcional de la actividad cerebral de los individuos mientras llevaban a cabo tareas que requieren sincronización.
Los investigadores estudiaron, mediante encefalografía, la actividad eléctrica de los cerebros de ocho pares de guitarristas mientras tocaban una melodía de jazz-fusión. Cada pareja tocó la canción sesenta veces mientras los científicos medían, gracias a electrodos situados en el cuero cabelludo de los músicos, sus ondas cerebrales.
De esta manera descubrieron que cuando los guitarristas tocan juntos no sólo coordinan sus instrumentos de forma simultánea, también sus ondas cerebrales se sincronizan. Las similitudes entre las ondas cerebrales de los músicos aumentaron de forma significativa cuando oyeron los golpes del metrónomo y cuando empezaron a tocar la canción.
Las regiones cerebrales frontal y central mostraron las pautas más fuertes de sincronización, aunque las zonas parietales y temporal también presentaron un grado relativamente alto de sincronía en la mitad de los participantes. Los investigadores sospechan que esas regiones pueden estar implicadas en los procesos que coordinan a los músicos o determinan el disfrute de la música.
"Nuestros hallazgos demuestran que las acciones coordinadas entre personas están precedidas y acompañadas por un acoplamiento oscilatorio de los cerebros", indicó uno de los autores, Ullman Lindenberger.
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