Los investigadores explican que los votantes realizan juicios rápidos sobre los candidatos políticos y suelen mantener su decisión de forma independiente de la información que aparezca más tarde durante la campaña.
El trabajo sugiere que las personas toman estas decisiones en una forma similar a como lo hacen los niños: utilizando la apariencia facial para inferir las cualidades de un candidato.
Los científicos, dirigidos por John Antonakis y Olaf Dalgas, utilizaron fotos de dos candidatos, el ganador y el siguiente en votos, de unas elecciones realizadas en Francia y las mostraron a adultos suizos que no sabían nada sobre este proceso electoral.
Cuando se pidió a los participantes que evaluaran las cualidades de los dos candidatos basándose sólo en las fotos, la mayoría de los voluntarios seleccionó al ganador. Los investigadores luego repitieron el experimento con un grupo de niños que habían terminado de jugar a un videojuego en el que se simulaba un viaje de Troya a Ítaca.
Los autores pidieron a los niños que seleccionar cuál de los dos individuos elegirían para ser el capitán de su barco y sus decisiones no se diferenciaron de las de los adultos.
Los investigadores señalan que, aunque no está claro qué aspectos de la apariencia facial de una persona indican competencia o liderazgo, los niños y también aquellos más pequeños clasifican a las personas en base a su rostro.
Estos descubrimientos sugieren que los adultos están utilizando el mismo tipo de esquema de inferencia facial que los niños usan cuando deducen la competencia de los líderes.
Noticia publicada en Ecodiario (España)