El tigre atacó a un hombre de 50 años y a su hijo de 18 años en la madrugada del sábado mientras dormían cerca de una pila de madera robada, en un bosque donde la tala de árboles es ilegal, a unos 600 kilómetros (375 millas) al oeste de Yakarta, dijo Didy Wurdjanto, de la agencia de conservación del estado.
Tres personas murieron en dos ataques separados a fines de enero en la misma zona. Los guardias forestales atraparon la semana pasada a una tigresa adulta que se cree que fue responsable de esas muertes. La tigresa fue reubicada en otra zona.
El tigre de Sumatra es, dentro de su especie, el que corre más peligro de extinción. Se estima que apenas unos 250 viven en libertad, según el ministerio de Silvicultura. En la década de 1970, había unos 1.000.
La disminución de la población de tigres de Sumatra se atribuye a la caza ilegal y a la destrucción de su hábitat por plantaciones de palmeras y árboles cuya pulpa es usada en la fabricación de papel. En algunos casos, los animales ingresan a aldeas o plantaciones buscando comida y eso causa conflictos con los seres humanos.
En el último ataque, sin embargo, el animal no abandonó su hábitat, dijo Wurdjanto. Por lo tanto no hay intención de capturarlo ni enviarlo a otra zona. "En esta ocasión, la culpa la tuvieron los taladores ilegales", explicó el funcionario.
Noticia publicada en Univisión (EEUU)