La superficie sembrada con transgénicos en el mundo se incrementó durante 2008 en un 9,4% hasta alcanzar 125 millones de hectáreas, de las cuales alrededor del 50% están en EEUU.
El incremento incorporó 1,3 millón de agricultores en un año hasta alcanzar los 13,3 millones de personas que cultivan organismos genéticamente modificados en las 125 millones de ha. Así lo revela el informe anual publicado por el Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA, en sus siglas en inglés).
Según Clive James, director y fundador del ISAAA y autor del informe, las perspectivas de crecimiento son alentadoras, ya que para 2015 el informe pronostica que existirán 1.600 millones de ha, es decir que un total de 200 millones de ha serán cultivadas cada año en 40 países diferentes.
En 2008 comenzaron a producir transgénicos países como Egipto y Burkina Faso, algo muy importante, ya que, según James, los líderes políticos empiezan a ver en estos cultivos una clave para solucionar problemas tan serios como la seguridad y la sostenibilidad alimentaria.
Entre los países con más cultivos genéticamente modificados se destacan EEUU con 62,5 millones de hectáreas; la Argentina con 21 millones y Brasil con 15,8 millones de ha. En España se dedica un total de 100.000 ha a estos cultivos.
Según James, las cosechas biotecnológicas han contribuido a la seguridad alimentaria, ya que incrementaron la productividad y redujeron los costos de la producción. En este sentido, el informe insiste con que la biotecnología está comenzando a ofrecer soluciones para retos tan fuertes como la sequía en Africa subsahariana y en Latinoamérica. A nivel local el grueso de la producción transgénica se centra en la producción de granos, encabezados por el cultivos de las sojas RR (resistentes al glifosato), que sirvieron además para darle más competitividad al sector sojero de siembra directa frente a los productores que continúan apostando por el cultivo tradicional. Otro de los cultivos de gran desarrollo son los maíces Bt (resistentes al complejo orugas). Entre ambos cultivos reúnen al mayor porcentaje de hectáreas sembradas con transgénicas.
En la actualidad se espera que la superficie siga en ascenso, ya que se están obteniendo nuevas variedades resistentes a diferentes tipos de estrés entre ellos el salino, con lo que se podría ampliar la superficie cultivada de soja. Estos productos que ya se cultivan en Estados Unidos están prontos a desembarcar en Sudamérica.
oticia publicada en La Gaceta (Argentina)