"La tumba está intacta con los restos de un niño de entre 3 y 4 años de edad y no presenta señales de haber tenido una muerte violenta", dijo el jueves Alva a la AFP tras resaltar la importancia del descubrimiento.
El hallazgo se produjo en el centro ceremonial Ventarrón del departamento de Lambayeque, 700 km al norte de Lima, una región rica en yacimientos arqueológicos, que fue asiento en la antigüedad de la cultura Mochica, anterior al imperio de los Incas.
La cultura Gallinazo ocupó parte de los departamentos de Lambayeque y la vecina La Libertad en el período comprendido entre 200 a.C. y 350 d.C., antes de los mochicas.
"En ese lugar se logró excavar y registrar la tumba de un niño que tenía tres vasijas (con dibujos de búhos) como ofrendas, del estilo de la cultura Gallinazo", indicó el investigador.
"Tenemos todos los indicios necesarios para indicar que estamos frente a uno de los vestigios más antiguos de la región", dijo por su parte el arqueólogo Ignacio Alva, hijo de Walter, quien hizo el descubrimiento hace un mes.
Ambos destacaron la importancia del hallazgo pues se conoce poco acerca de la cultura Gallinazo y señalaron que dará luces sobre la continuidad histórica que existe en el complejo Ventarrón-Collud-Zarpán, donde ocurrieron todos los desarrollos culturales de Lambayeque.
"La excavación científica de las tumbas nos permitirá conocer lo que ocurrió en esa época, a fin de establecer toda la secuencia de la arqueología lambayecana", precisó Walter Alva, descubridor de la famosa Tumba Real del Señor de Sipán en 1987.
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