Los resultados del estudio que publica Science revelan que la comunicación acústica juega un papel clave en el intercambio de información, tan importante como el intercambio químico.
Como si se tratase de expertas en espionaje, las orugas de mariposas de Maculinea rebeli invaden colonias de hormigas de la especie Myrmica schencki, imitando los sonidos de las hormigas reina y, como resultado de ello, logran recibir alimentación y un trato preferencial por parte de las hormigas obreras. Así lo revela un estudio publicado a comienzos de este mes en la revista científica Science.
A esa conclusión llegó Jeremy Thomas, investigador de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, y un equipo de colegas, luego de emplear micrófonos de alta sensibilidad útiles para medir la comunicación acústica entre ambas especies de insectos.
“Las hormigas Myrmica schencki al igual que las orugas de la mariposa Maculinea rebeli, y que muchísimas especies de insectos (incluidas las vinchucas), producen vibraciones que, con frecuencia, alcanzar a ser identificadas por el ser humano”, señala el especialista Pablo Schilman, investigador del Conicet y profesor del Departamento de Biodiversidad y Biología Experimental de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA
“Este comportamiento, llamado estridulación, genera vibraciones al frotar una púa sobre una superficie acanalada que en el caso de las hormigas está localizada en la zona abdominal. Sería equivalente a raspar un palo sobre una tabla de lavar la ropa”, dice a la Agencia CyTA Schilman. Y agrega: “El sonido de las hormigas reina es similar en cuanto a frecuencia y duración de pulsos al producido por las orugas de las mariposas. Por ese motivo, estas últimas logran hacerse pasar por hormigas reina, y acceden así a un alto estatus dentro de la colonia de hormigas.”
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