El fósil de un Eurypterido, artrópodo antepasado del escorpión marino que vivió en lo que hoy es territorio paceño hace unos 400 millones de años, es uno de los más importantes hallazgos paleontológicos de los últimos años. Sus descubridores, los científicos Rubén Andrade y Pedro Ortega, conservan la pieza en el Museo de Historia Natural.
El ojo experto de Rubén Andrade, especialista en fósiles de invertebrados y del biólogo Pedro Ortega, reconoció una parte fosilizada del cuerpo del artrópodo marino durante una expedición realizada el 2006 en la zona paceña de Villa Apaña.
“Vino el traslado, la limpieza, la identificación y la reconstrucción de la especie que nos llevó años. Ahora podemos decir a ciencia cierta que se trata de la especie Eurypterido”, explica Andrade en su oficina de la Unidad de Paleontología del Museo Nacional de Historia Natural.
El fósil prueba que el artrópodo habría vivido hace 410 y 390 millones de años, durante el periodo Devónico de la era Palezoica, que se caracteriza por el surgimiento de plantas y los primeros animales invertebrados.
De acuerdo con la reconstrucción científica, el escorpión Eurypterido habría medido unos 30 centímetros, lo que lo convierte en “casi un gigante” en comparación con sus descendientes actuales (los escorpiones que generalmente alcanzan un tamaño de seis centímentros). Su hábitat era el agua salada.
“Es la primera vez que se halla en la ciudad de La Paz un fósil de esta especie invertebrada”, asegura Andrade y añade que el descubrimiento corrobora la tesis que hace 400 millones de años lo que es hoy territorio paceño era un mar, donde habitaban primitivos animales y plantas.
Algunas pruebas científicas de esta idea —trilobites y otros fósiles— se conservan aún en la zona de Apaña que, con fondos para la investigación, podría consolidarse como un yacimiento paleontológico. “En Villa Apaña hay fósiles de especies del Devónico: se ha encontrado plantas, trilobites y una estrella de mar fosilizados”, puntualiza Andrade.
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